Interesante argumento que gira alrededor de un hallazgo arqueológico en Jerusalem, de un cuerpo que podría ser el cuerpo de Cristo. La historia se complica si consideramos que esta ciudad es reclamada por las tres principales religiones monoteístas más importantes (cristianismo, islam y judaísmo) como la capital religiosa de sus respectivos credos. Y si a esto agregamos un sacerdote católico devenido en una mezcla de investigador privado con James Bond y Misión imposible, con dudas de fe y la (siempre cuestionada por Hollywood) Iglesia Católica, tendremos esta atractiva película de acción-misterio-suspenso que, si bien por momentos no logra sostener la atención, se hace muy llevadera y entretenida.